En todos mis años diseñando imagen corporativa (logos pa que me entiendan), he trabajado con todo tipo de clientes, desde el que sabe de publicidad y marketing y está seguro de lo que necesita, hasta el que no sabe lo que quiere, pero sabe que debe mejorar algo. Los dos me encantan, es agradable que te den una solicitud súper completa con toda la información que necesitas, pero mi cliente no tiene por qué saber nada de diseño, para eso estamos nosotros, para asesorarlos y llevarlos de la mano.
Lo que quiero explicarte en este post es algo que me ha pasado muy seguido con todo tipo de clientes, los que quieren que les entregues 4, 5, 6 propuestas… Siempre me imagino entrando a un local de tatuajes, ojeando el catálogo de trabajos para ver cuál me gustaría que me hicieran, tanto para un tatuaje como para la imagen corporativa de tu negocio ¡Esto está mal! En ambos casos, debes de tener respuesta a algunas preguntas como ¿Qué necesito? ¿Por qué? ¿Qué emoción e idea quiero comunicar?, ¿Qué historia hay detrás de esto? Y de ese modo, un diseñador gráfico o un artista del tatuaje, tomará toda esta información y creará algo personalizado, que cubra todas tus necesidades (las que conocías y las que no sabías que tenías) y lo más importante, que te encante.
En cambio, si se hacen muchas propuestas, lo más seguro es que se trabaje bien en una y se generen las demás de relleno (de su catálogo), lo peor es que ya lo dijo Murphy, acabas eligiendo una de esas y te pierdes de tener la mejor imagen corporativa para ti. Cree en nosotros y déjate asesorar, tú eres el experto en tu negocio, nosotros en publicidad.
Por un mundo con más “¡Me encanta!” y menos “métele más diseño”
Por: M. Amézquita